Málaga se tiñe de amarillo: 3.000 personas celebran el Festival Yellow Sound por la corresponsabilidad y la conciliación familiar
Música, familia y compromiso social se dieron la mano en este evento único en España, organizado por nuestra Asociación Yo No Renuncio, presidida por Laura Baena, fundadora del Club de Malasmadres.
El festival, celebrado en La Térmica, reunió a 3.000 personas que disfrutaron de los conciertos de Nena Daconte, Julia Martín y Electroduendes, en una jornada que combinó ocio familiar y activismo social.
Actividades infantiles, espacios de descanso y zonas de juego completaron una programación pensada para todas las edades, en un ambiente festivo y reivindicativo por el derecho a la conciliación.

3.000 personas, entre ellas cientos de niñas y niños, llenaron el espacio cultural La Térmica para disfrutar de una jornada inolvidable, donde la música, las actividades familiares y el compromiso social se dieron la mano. Familias de toda la provincia y visitantes de otros puntos de Andalucía se dieron cita en este evento que ya se consolida como un referente nacional en la creación de espacios culturales inclusivos, accesibles y con conciencia social, con el apoyo de la Diputación de Málaga y La Térmica, y la colaboración del Ayuntamiento de Málaga, Diario Sur, Mayoral, Cervezas Victoria, Sol by Meliá, Metro de Málaga, Clínica Dental López Lanzas, Mustela, Larios Centro y La Madre de los Beatles.

Laura Baena, presidenta de la Asociación Yo No Renuncio y fundadora del Club de Malasmadres, abrió el festival con un mensaje contundente que marcó el espíritu de la jornada: «Cuidar es un derecho que compartimos como sociedad. Este festival es un grito amarillo para recordar que la conciliación no solo se lucha desde el activismo social y político, también se celebra en las calles, en la música y en el tiempo compartido. Aquí demostramos que es posible disfrutar en familia sin renunciar a nada.”
La tarde comenzó con la actuación de Electroduendes, que convirtió La Térmica en una auténtica fiesta familiar con su repertorio desenfadado y divertido, pensado para el disfrute de pequeños y mayores. Tras ellos, la artista malagueña Julia Martín conquistó al público con su talento y carisma, poniendo a cantar y bailar a todo el recinto. El broche final lo puso Nena Daconte, que emocionó con sus canciones más conocidas y conectó con el mensaje del festival, ofreciendo un concierto vibrante que cerró la noche por todo lo alto.

Un festival donde la música, el ocio y el compromiso social van de la mano
El Yellow Sound no es un festival al uso. Además de los conciertos, la jornada estuvo repleta de actividades para toda la familia que convirtieron el espacio en una auténtica fiesta de la corresponsabilidad. Durante toda la jornada, las familias pudieron disfrutar de una amplia oferta de actividades pensadas para todas las edades. La ludoteca infantil y la zona de juegos hicieron las delicias de los más pequeños, volviendo a ser uno de los espacios más visitados.

La zona de descanso, junto a la actividad de juego de maletas de Sol by Meliá y Meliá Rewards, ofreció un respiro perfecto para las familias. Además, el taller infantil de Mayoral permitió a los buenoshijos y buenashijas vestir muñecos y aprender a doblar ropa en un armario simbólico, mientras que Mustela organizó un divertido juego familiar con premios para los participantes.
El festival también contó con un catering solidario gestionado por la asociación Nena Paine, en el que chicos y chicas con discapacidad intelectual ofrecieron su mejor versión gastronómica, con una propuesta accesible, económica y para toda la familia. Las sesiones de cuentacuentos impulsadas por Larios Centro Comercial llenaron el espacio de historias con valores de igualdad y trabajo en equipo.
Por último, el bingo y el árbol de los deseos, organizados por Clínica Dental López Lanzas, permitieron que pequeños y mayores dejaran sus mensajes y deseos para un futuro más conciliador.
Un evento con la esperanza de una sociedad corresponsable
La jornada también estuvo marcada por el ambiente festivo, con largas colas desde primera hora de la tarde y familias disfrutando desde la apertura hasta el cierre, cuando la música ambiente despidió el evento con un mensaje claro: la conciliación es un derecho que se debe vivir en comunidad.
«Este festival es la prueba de que se puede reivindicar desde la alegría, desde la cultura, desde el disfrute compartido. Porque la conciliación también se defiende en la música, en el arte y en la calle,» concluyó Laura Baena.