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Mi historia Yo No Renuncio

‘El Muro de la Conciliación’ es un espacio para alzar la voz, contar nuestras historias de renuncia y visibilizar todos los obstáculos que las mujeres nos encontramos en el camino de la conciliación cuando nos convertimos en madres.

Tenemos un objetivo, llenarlo con el mayor número de testimonios posibles para lograr un cambio social, para conseguir dar pasos hacia una conciliación real. Solo si alzamos la voz y sacamos a la luz cada una de nuestras historias podremos conseguirlo, ¿nos ayudas a construir este muro juntas?





el muro de la conciliacion
Ya son 1.322 historias de renuncia
  1. Al incorporarme de la maternidad en mi empresa, solicité una reducción de jornada y adaptación del horario ya que mi hijo no podía acudir a guardería hasta el año por recomendación médica. No me quisieron dar la lactancia acumulada en días, no me dejaron adaptar el horario, tenía que ser el que ellos decían y me pusieron en un turno de planta con gente en aislamiento que porta enfermedades infecciosas. No duré ni quince días, me vi obligada a la excedencia y a posterior emprender como autónoma.
    Estela
  2. Soy logopeda y antes de ser mamá estuve 11 años trabajando en un centro todas las tardes + horas extras. Me quedé embarazada durante el confinamiento del covid y parí en dic'20. Después de la baja hice excedencia de 6m y al volver pedí una mejora de conciliación pero me la denegaron, así que decidí irme. Volví a estudiar y me especialicé y entré en el mundo hospitalario. Pero aún sigo luchando por encontrar un trabajo estable que me permita no tener que decidir entre mi familia y mi profesión.
    Bea
  3. Di a luz en pandemia (con 2 negligencias) y fue duro por no tener apoyos. Después de mi permiso de maternidad pedí la reducción de jornada para poder cuidar de mi hija pero tuve compañeras que se pensaban que me iba de vacaciones o algo porque me hicieron la vida imposible. La peque con reflujos, sin poder dormir y aguantando el trabajo no podía con la ansiedad y el estrés. Tuve que renunciar y reinventarme por salud mental y física.
    Isabel
  4. Me quedé embarazada mientras me formaba como matrona, sufrí el acoso de mi tutora ( también matrona) Ella me dijo que era un tropiezo de persona por quedarme embarazada y me amenazaba constantemente con suspenderme. También perdí una plaza obtenida por examen de oposición por no poder tomar posesión de mi plaza al encontrarme recién parida. Después tuve una grave depresión postparto por la que muchas personas aún consideran que he sido una privilegiada por haber estado de baja con mi hija.
    Marian
  5. Yo, cuando alguna vez me propusieron "mantenerme" xa que yo crie: estás flipado si piensas que voy a dejar mi profesión por ser madre! Yo embarazada: venga, a ver si en mes y medio ya puedo estar atendiendo mi negocio! Yo con cesárea de 6 meses: todavía no soy funcional. Yo actual (hija 19meses): no quiero perderme ni un minuto de ella. Yo sí tengo la necesidad de estar para atender la crianza de mi hija como nos merecemos. Suerte que pude ahorrar algo (era para hacer mi casa),pronto se a
    Lorena
  6. Renuncie a la que un día fui al hacerme a mi única responsable de la crianza de mis hijos, al ponerme pareja,sociedad mil trabas para poder trabajar y ser madre a tiempo completo y sin ayuda porque no todas tenemos ayuda y no tienes sueldo para pagar a alguien que te cubra en casa cuando vas a turnos y no hay nadie más para hacerse cargo de tus hijos como en mi caso, cuando tus contratos mensuales sin derecho a nada son el único sustento y en las entrevistas te preguntan las edades de tus hijos
    Laura
  7. Cuando entré a trabajar en la empresa, me dijeron que tuviera claro que el día que me quedase embarazada me iría a la calle. Cuando me quedé embarazada 6 años después, y estando de baja por una depresión relacionada con el trabajo, me despidieron. Pude criar a mis hijos sin tener que volver a trabajar y lo agradezco, no cambiaría esos años. Pero me pasó factura cuando quise volver a trabajar después de tantos años.
    Amaya
  8. Soy trabajadora estatal. Mi anterior relación me dejó con tantas deudas que más de la mitad de mi sueldo se va al pago de esos créditos por lo que no me es posible tener a mi hijo a mi lado, aunque se en una guardería, sino que lo cuidan mis padres. He querido renunciar para poder cuidarlo, verlo crecer, pero mientras su padre no se estabilice económicamente y se haga cargo de nuestro hijo y nuestros créditos (ojalá lo cumpla en el plazo acordado), la conciliación es una deuda conmigo y mi hijo.
    Maria del Carmen
  9. Mi historia de NO CONCILIACIÓN empezó cuando aún no estaba embarazada y mi jefe me preguntó si quería tener hijos... después sólo fue a peor. No quisieron facilitarme el horario de mañana, por ley estaban obligados. Me hicieron perder meses haciendo malabares y teniendo que darme de baja por ansiedad. Por fin tras el juicio conseguí horario de mañana, sintiéndome castigada, exigiéndome cada vez más sin dejar que me adaptara, con críticas y amenazas. Ahora tengo otro trabajo de lun
    Alicia
  10. Hola buenas! Escribo como bimadre, con poca ayuda cerca para cuidar de mis hijos, y una figura parental que trabaja casi más horas que el sol, por lo que los niños, nunca mejor dicho son mios. En mi trabajo solicite, que se me adaptará el puesto ya que tengo turnos de mañana, o de tarde, (y las mañanas muy bien porque las cubre guarde y colegio...) Pero por las tardes?? Quien cuida de esos, mis bebés(3 años y 9meses?)?? Me han negado la adaptación y he tenido que solicitar una reducci
    Rocío
  11. Me sentí tan culpable por seguir con mi carrera laboral, lo que implicaba poder ver a mi hijo solo unas horas por la tarde, que renuncié a ser madre por segunda vez.
    Laura
  12. Hola, cómo muchas mujeres quise disfrutar a tope de mi maternidad. Empecé de nuevo a trabajar cuando el niño tenía tres años. Trabajaba todo el día. En Navidades sin tiempo para disfrutar con el Así varios años. Me queme y dejé el trabajo. Me puse a estudiar. Saque un título, luego otro. Ahora tengo 51 y no me quieren en ningún trabajo. Para algunos demasiados estudios y para otros demasiado mayor. No me pesa disfrutar de mi maternidad. Pero pienso todos los días, por qué tenemo
    María Gonzalez
  13. Pedí reducción de jornada y siempre se programaban las visitas con clientes en esas horas para hacerme quedar. Me llegaron a pedir que fuera la oficina hasta el mismo día que fuese a dar a luz. Cuando buscaron un sustituto, no eligieron a la mejor candidata, si no a un hombre con peor currículum " porque esto no es una ong" y bromeaban comentándolo . Cobraba mucho menos que mis iguales hombres. Me llamaban chica, no mi nombre. Cuando murió mi tío , dijeron que les venía mal que fuese a
    Ana
  14. Mi historia de renuncia se escribe con letra pequeñita. Renuncie a ser lo q quería cuando tuve a mi hijo, ya q quería ser Orientadora en Instituto y eso suponía ir rotando por toda Galicia. Así q ahora después d haber criado dos hijos, trabajar con mi marido en su empresa y una vez q está cerró y más preparada q nunca, nadie me da trabajo. Estoy preparada, mucho, nunca deje d estudiar pero nadie quiere a una mujer q pasa d los 50. Así q voy a hacer realidad mi sueño y me voy a hacer P
    Marya
  15. Trabajando como redactora jefa tuve a mi primer hijo. Intenté aguantar con una reducción de jornada pero me hicieron la vida imposible hasta que me despidieron. Después, segundo hijo y diez años en paro, tiempo en que además de cuidarlos y educarlos, seguí estudiando (cursos, master, oposiciones). Diez años después volví trabajar ganando mucho menos, con menos responsabilidades, sin esperanza de evolucionar. Mi talento, mi preparación, mi motivación, mi experiencia... todo a la basura
    Susana
  16. Yo tengo dos historias que contar, como dos son los hij@s que tengo. En mi primer embarazo, me negaron hacerme un contrato por ello y también mi derecho a solicitar baja maternal por lo que estuve durante los 9 meses, trabajando las mínimas horas y otras en "b" para poder solicitar el subsidio. En mi segundo embarazo, pude disfrutar de mi baja pero no he podido solicitar la reducción de jornada pues me ofrecían solo horario de tarde y me vi obligada a pedir una excedencia.
    Adriana
  17. ¡Buenos días! Mi historia es la siguiente: Después de trabajar 10 años en una escuela infantil privada (Tutora del aula de bebés), me despidieron el mismo día que me incorporaba de la excedencia. De hecho, sobre las 7 de la tarde anterior, me llamaron de la gestoría para decirme que no fuera a mi puesto de trabajo al día siguiente. Intentaron camuflarlo como un despido objetivo. Hasta el propio gestor (hombre) me comentó que había intentado hacer entrar en razón a la que fuera mi
    Ana Vera
  18. Trabajaba en un departamento de atención al cliente en una empresa "por y para las mujeres". Yo quería avanzar en mi carrera laboral. Tuve a mis dos hijos y me reduje la jornada para poder recogerles del cole. Al poco salió una vacante en el departamento de ventas y apliqué. Cual fue mi sorpresa, y la todos los compañeros, cuando eligieron a otra compañera que según ellas trabajaba mejor que yo y era más válida para el puesto. La realidad es que ella no tenía hijos ni reducción de j
    M Eugenia

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