¿Qué es la corresponsabilidad?

No hace mucho, cuando querías preguntar por la carga de trabajo que soporta tu amiga, tu vecina, tu compañera, preguntábamos: ¿tu pareja qué hace en casa? o, en el peor de los casos, ¿tu pareja te ayuda? 

Afortunadamente, esto va cambiando y cada vez se habla más de asumir responsabilidades, de repartir carga de trabajo y cambiamos el “ayudar” por el “ser corresponsable”. Y es que la manera que tenemos de decir las cosas SÍ es importante porque determina cómo entendemos la vida.

Si yo hablo con una amiga y le digo “mi pareja me ayuda en casa” o “me ha puesto la lavadora”, estoy diciendo que yo soy la responsable principal del trabajo doméstico familiar y él está simplemente como un colaborador, asumiendo un papel secundario. Y no, esto no debe ser así si queremos convivir en hogares igualitarios y sociedades más justas y sostenibles. 

¿Qué es la corresponsabilidad?

Cuando hablamos de corresponsabilidad nos referimos al reparto equilibrado de las responsabilidades domésticas y familiares, como la organización de las tareas, el cuidado de personas dependientes dentro del hogar o, también, la educación de los menores. 

Pero corresponsabilidad también es el cuidado recíproco de las personas y no pensar en que las cuidadoras solo cuidan, sino que también necesitan de cuidados. En este sentido, es importante mirar qué está pasando en nuestros hogares y ver cómo estamos usando las 24 horas que tiene un día:

• ¿Cuánto tiempo dedico a mi empleo, si lo tengo?
• ¿Cuánto tiempo dedico a llevar y recoger a mis hijos/as del colegio, extraescolares, etc?
• ¿Cuánto tiempo dedico a cocinar, hacer la compra, pensar los menús, etc?
• ¿Cuánto tiempo dedico a la limpieza del hogar?
• ¿Cuánto tiempo de didico a dormir?
• ¿Cuánto tiempo tengo yo para mí?

En el caso que tengamos pareja, deberíamos hacer el mismo ejercicio y preguntarnos cuánto tiempo dedica nuestra pareja a cada cosa. ¿Es lo mismo? ¿Cuáles son las diferencias?

Nota: para ser un hogar corresponsable, debemos repartir de manera justa y equilibrada los usos de los tiempos.

¿Por qué las mujeres asumimos más carga de trabajo doméstico familiar?

El quid de la cuestión es indagar sobre el porqué las mujeres estamos asumiendo más responsabilidad, casi de manera natural. Por un lado, son las creencias y la cuestión del género la que está marcando que nosotras, por ser mujeres, debemos estar más disponibles para el trabajo doméstico familiar. Y los datos recogidos en nuestro estudio ‘El Coste de la Conciliación’ destapan que el 71% de las mujeres conviviendo en pareja siente que se le exige más presencia y dedicación a ella en las tareas doméstico-familiares que a su pareja. Esto acaba determinando los roles tradicionales de género que hacen que las mujeres sientan la responsabilidad de “cumplir” en el ámbito familiar, mientras que los hombres no sienten la misma presión para hacerlo. 

Además, otro de los motivos que también afecta en cuanto a la falta de corresponsabilidad en el hogar es el hecho que se le da más importancia al empleo de la pareja hombre (en parejas heterosexuales) ya sea porque aporta más ingresos al hogar o porque es un contrato menos precario, más “estable”. En este sentido, la mujer está más dispuesta a sacrificar salario u horas de trabajo para poder dedicarse a la familia. 

¿Cómo ser parejas corresponsables?

Según el estudio realizado por Teresa Jurado publicado en el libro ‘Padres y madres corresponsables. Una utopía real’, la implicación de los padres en los cuidados de los hijos e hijas tiene varias dimensiones a tener en cuenta la hora de aproximarnos a esta cuestión. 

1. Por un lado, la accesibilidad, que tiene que ver con la disponibilidad potencial para estar con el niño o la niña. 
2. En segundo lugar el compromiso paterno, entendido como la cantidad de tiempo invertida en los cuidados u otras actividades como el juego. 
3. Y en tercer lugar, la responsabilidad, que es precisamente estar pendiente del control y supervisión de los cuidados y la organización necesaria para tal fin (como preparar los menús, planificar las lavadoras, concretar citas médicas, estar pendiente de los requerimientos de la escuela, etc). 

Entonces, según esto, para cambiar las cosas y vivir en hogares más corresponsables debemos favorecer el contexto y, una vez más, revisar sin duda las medidas laborales y sociales que lo permitan. Si el mercado laboral no facilita la compactación de la jornada o la flexibilidad laboral, difícilmente dispondremos de más tiempo para ser corresponsables en el hogar y los hombres, en su mayoría, seguirán apostando por mantener su estatus en el empleo, mientras que las mujeres serán las que renuncien, reduciendo su jornada laboral para poder dedicar tiempo al cuidado. 

El tercer nivel que se ha descrito es, en la actualidad uno de los más importantes: la responsabilidad. Porque, aunque se observan tímidos avances en la implicación de los hombres en ciertas tareas domésticas y familiares, como es cocinar, bañar a los hijos o hijas o hacer la compra, todavía las cifras están lejos de constatar que existe una distribución equitativa de la carga mental en los hogares. En este sentido, son las mujeres las que mayoritariamente asumen la responsabilidad de estar pendientes de la organización y supervisión del trabajo que supone cuidar. 

La importancia de sensibilizar y tomar conciencia de que el cambio es posible

Pensar en erradicar los roles tradicionales de género, para que hombres y mujeres puedan ejercer la maternidad y paternidad con libertad, sin que el género condicione su vida, pasa por sensibilizar e implicar a los hombres en esta revolución. Hasta que ellos no entiendan que es una cuestión de justicia social, difícilmente se avanzará al ritmo que necesitamos. Estas diferencias de género las debemos reducir, por tanto,  en diferentes niveles: 

En la Asociación Yo No Renuncio hemos trabajado siempre para tomar conciencia del impacto que tiene seguir perpetuando los roles y por ello siempre hemos hecho un llamamiento en que aquellos hombres que se sumen a la revolución que lo cuenten, que lo visibilicen y que se sientan parte de este cambio social. Que no lo miren pasar de reojo, como si con ellos no fuese esta historia. 

Si quieres saber más sobre corresponsabilidad, te dejamos aquí algunas herramientas:

• Taller para aprender sobre la corresponsabilidad y el reparto equitativo de las tareas, con Iria Marañon, autora del libro “libérate de la carga mental”.

• Jornadas SÍ es cosa de hombres sobre la implicación de los hombres en las responsabilidades doméstico-familiares.