Sin ciencia no hay futuro
En el instituto me llamaban bicho raro (con cariño y respeto), porque iba a talleres de física y de informática siendo la única chica, allá por el inicio de los 90s. Poco antes, en 7º EGB (13 años) en una reunión con mi tutora mi madre me decía “la niña quiere ser científica y escritora, devora libros y nos hace preguntas que no sé contestar” A ver.. pasé del “Barco del vapor” a Isaac Asimov cuando por edad me dieron el nuevo carnet de la biblioteca pública de Zaragoza.
Nací en una familia humilde, la primera que fue a la universidad y estudió ingeniería química aunque se colaba en las de informática. “Hija, ¿por qué no estudias algo más sencillo, de chicas?”, me decía mi padre. Sin referentes pero con el poder de la imaginación, y esos ojos que ven el mundo diferente cuando pasas parte de la niñez hospitalizada, y te das cuenta que la ciencia e innovación salvan vidas. Treinta años después la buenahija que en unos meses cumplirá 10 año me dice que quiere “ser científica para poner fin al cambio climático”. Le choca que en sus clases de robótica casi no vayan niñas y estar sola otro curso más en las clases de guitarra eléctrica de la escuela de música.
La Asamblea General declaró el 11 de febrero Día Internacional de las Mujeres y las Niñas en la Ciencia en reconocimiento al papel clave que desempeñan las mujeres en la comunidad científica y la tecnología. ¿Por qué?
Sabido es que el progreso económico y social del futuro de nuestro país y del resto de países del mundo pasa por la transformación tecnológica en todos los ámbitos, y que el sector productivo y el mercado laboral están demandando cada vez más personas con perfiles STEM es decir, con cualificación en ciencia, tecnología, ingeniería, matemáticas y creatividad.
Según un reciente informe del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (2022) ha descendido el número de mujeres que eligen estudiar Matemáticas, Informática o Ingeniería de Telecomunicaciones. Porcentajes que se reproducen (reduciéndose) en el área laboral. La especialidad donde hay menos mujeres es la ingeniería de Telecomunicación, con tan solo un 12%. Le siguen la ingeniería informática y la ingeniería industrial con un 16% y un 19% respectivamente, según el informe del Observatorio de Ingeniería de España 2022. Según el informe “Mujeres e Innovación 2022” del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades solo el 16% de empresas con sello “pyme innovadora” cuentan con mujeres en sus plantillas de las cuales un 3% en órganos de gobierno.
Y es que de estas estudiantes, son muchas las se quedan en el camino. Notablemente en dirección de equipos en sectores productivos (industria, construcción) por no hablar la carrera de investigadora o la de directora de equipos donde la palabra “conciliación” es una utopía. La renuncia está presente en nuestro día a díacomo bien refleja el nuestro club de malasmadres, estudios y grupos de trabajo de la asociación Yo No Renuncio.
11 de febrero 2024. Por una ciencia inclusiva
Despertar la motivación e interés de niñas y adolescentes por las áreas y materias científico tecnológicas en la educación primaria y secundaria, y su consecuente incorporación a trayectorias de este ámbito en la educación postobligatoria y, particularmente, la superior, tanto de Formación Profesional como universitaria, se ha convertido en un gran desafío durante estos 8 años que llevamos trabajando por el cambio, desde la Iniciativa 11F, junto con el resto de comunidad. Porque se ha de trabajar desde la base en la educación conjunta con familias, por eso este año vamos más allá.
Este año, la iniciativa 11 de febrero quiere centrar su atención en la ciencia inclusiva. on frecuencia, la comunicación y la divulgación de la ciencia deja fuera a colectivos tradicionalmente olvidados o marginados, como personas con diversidad funcional, de la tercera edad o en riesgo de exclusión social. Es ahí donde se pone de manifiesto la necesidad de que el conocimiento científico llegue verdaderamente a toda la sociedad, porque todos tenemos que tener las mismas posibilidades de ser promotores del cambio.
Unas 172 personas de la comunidad STEM, en su mayoría mujeres investigadoras, impartirán más de 230 charlas y talleres que llegarán a más de 8000 estudiantes en 340 centros educativos y otros, de forma voluntaria. No falta la fuerza de otra clase de instituciones no educativas (350), que han hecho un mayor esfuerzo para poder organizar las #Actividades11F gymkanas, exposiciones, charlas, talleres, documentales, etc, sin olvidar a las tiendas que llenan sus escaparates de Mujeres y ciencia.
SIn ciencia no hay futuro, y el futuro lo tenemos que construir entre todos y todas.