Una renuncia laboral, profesional y al país que me vio nacer

Mi renuncia no fue solamente laboral y profesional. Si no integralmente brutal. Renuncie a mi lengua, a mi moneda, a mis códigos, a mi clima, a mis expresiones, a mi familia, a mis amigos, a mi libertad e independencia en el momento en que deje mi país.  Ese que se encuentra al otro lado del océano, a miles de kilómetros.

Embarazada de un mes llegue a Francia. 

Sola, con mi marido pero sola. Y lo digo así porque como saber qué es la maternidad siendo hombre y porque como saber qué es abandonar TODO si nunca has pasado por esa experiencia. 

Tuve un embarazo solitario, sin una mamá al lado que me consintiera o me abrazara o una hermana que me ayudara. Simplemente sola; sin amigas que me escucharan o que estuvieran ahí. 

Y a pesar de mi situación decidí darme más duro, sin medidas porque claro está que tenía super poderes… tenía que ser una excelente madre, esposa, nuera, y excelente ciudadana en este país que me había acogido y al que pensaba que le debía tanto.  Quería hablar perfecto francés, demostrar que podía, que era capaz, que educaba a mi hijo a la perfección, que era inteligente y no una extranjera tonta del tercer mundo, aprovechadora. Bueno en resumen le puse a la barra 40 kilos cuando podía solamente levantar 10.

Y un día de la noche a la mañana esa barra me cayó encima y me aplastó… me costó muy caro… ¡carísimo! 

Me abandone, me olvidé y me perdí.

Me cayó encima una tristeza enorme que quería envolverme, apretarme hasta asfixiarme. La angustia me buscaba cada mañana.  Me desarmaba, me congelaba, me paralizaba. No lograba reconocerme, saber quién era ni lo que me pasaba y fue ahí donde tuve que reconocer que no podía sola, que no podía con tanto.

Y lo hice, lo logré y aquí estoy después de un proceso largo y doloroso reparada e imperfecta. Así como debía serlo desde el principio. Pero lastimosamente no nacemos aprendidas nacemos influenciadas de una sociedad machista llena de conceptos erróneos transmitidos de generación en generación.

Pero nos toca a nosotras con coraje y valentía decidir quién queremos ser y dar lo que creemos que podemos dar. 

De este proceso entendí que la vida es como una larga carrera y que no sabemos cuando se acaba. Así que vale la pena desarrollar nuestra perspicacia y  saber hacer economía de energía en ciertos terrenos y darle con todo en otros.

Y vosotras Malasmadres, ¿os sentís identificadas con la historia de Salomé?

8 respuestas a “Una renuncia laboral, profesional y al país que me vio nacer

  1. Hola. Buenas días.

    Me he identificado muchísimo el relato de Salomé. Incluso me ha conmovido.
    Siento que paso por lo mismo solo cambia de país. Lejos de la familia, de los amigos, con hijos, tratando de encajar a la perfección en la sociedad e intentando no parecer una extranjera tonta.

    Me encantaría conocer cómo fue su proceso de sanación. Sería posible ponerme en contacto con ella?

    Mil gracias Malas Madres por este relato de Yo No Renuncio. Somos muchas las extranjeras y abarcar nuestras perspectivas en vuestro Club nos hace menos solas.

    Que tengáis una linda semana.

    Un fuerte abrazo.

  2. El epitome de la resistencia y resiliencia. De librar batallas que te dieron rangos terrenales y espirituales más elevados. Una historia sensible que motiva a aquellos y aquellas a quienes el miedo nos carcome e imposibilita.

  3. Tuve el enorme privilegio y suerte de coincidir en Francia con Salomé. Aprendí muchísimo de ella. Vivimos juntas una maternidad de parques y desahogos, de búsqueda del yo para ponernos siempre en segundo y tercer plano. Pero aprendí tanto, que no cambio ni un sólo segundo de lo vivido allí y con ella. Es muy grande mi querida Kika. Un beso Salomesita de mi corasón

  4. Que historia más real, más honesta y hermosa. La lucha interna que nadie conoce nos hace superar nuestros propios límites, así perfectamente imperfecta sos una campeona Salomé te tomó de ejemplo y toda mi admiración para vos.

  5. Hola Salome, me siento muy identificada con tu historia de renuncia, yo no renuncié a la lengua pero cuando dices expresiones, mi clima, mis códigos, familia, amigos, etc. sé de qué hablas, y aunque son elecciones que hacemos eso no quita que luego haya remordimientos y culpas. Te felicito, yo he tardado en ponerme en valor y primera opción, pero se puede.
    Un abrazo

  6. Que importante tema con tan poca visibilidad… el duelo de migrar. Te desintegras por completo y tienes que reconstruirte desde los cimientos, y muchas veces, llegas a tener que construir algo más cuando tú estás completamente derrumbada y sin ninguna estructura que te soporte. Para mi sin duda ha sido de lo más duro y que más fuerte me ha sacudido, pero también tengo que reconocer que me ha enseñado de que pasta estoy hecha, de lo resiliente que puedo llegar a ser y me ha abierto la mente, he pasado límites que nunca imaginé… pero hasta que no valide por lo que estaba pasando no pude empezar a sanar.

  7. Por supuesto q me siento identificada es más,pienso que a día de hoy que mi hija tiene 4 años sigo exigiéndome más de lo que se debe y quiero ser buena madre,hija,amiga,esposa etc etc…. somos imperfectas como bien dice Salomé y hay que saber vivir con ello y sobretodo disfrutar de la vida que son dos días sin automachacarnos tanto.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *